Las basuras

Como basura denominamos a cualquier desperdicio o desecho, residuo o material no deseado o inservible. La palabra proviene del latín vulgar versūra, que es la ‘acción de barrer’, que a su vez deriva del verbo verrĕre, que significa ‘barrer’.

La basura es generada por el hombre como consecuencia de sus múltiples actividades relacionadas fundamentalmente con la producción y el consumo. Está constituida por todos aquellos residuos o materiales que ya no son aprovechables o que han perdido su utilidad.

Dependiendo de su origen, la basura puede clasificarse como doméstica, comercial, industrial, hospitalaria, o resultado de actividades de construcción y demolición, o de exploración espacial. En función de esto, cada tipo de desperdicio requiere una forma de tratamiento especial para su eliminación, disposición o reciclaje, dependiendo de aspectos como su biodegradabilidad, peligrosidad o toxicidad.

De allí que una parte importante del ciclo de la basura sea su gestión, es decir, todas las actividades relacionadas con el manejo de residuos, su transporte, tratamiento, reciclaje o  eliminación. Todo esto con el objeto de reducir el impacto negativo que nuestros desechos puedan producir en el medio ambiente.

Por este motivo, la basura debe depositarse en los lugares previstos por la administración local para su recolección y posterior canalización, bien a vertederos, rellenos sanitarios o plantas de separación o reciclaje.

a basura puede clasificarse según su composición:

– Residuo orgánico: se le llama a todo desecho de origen biológico, es decir, que alguna vez estuvo vivo o fue parte de un ser vivo. Por ejemplo: hojas, ramas, cáscaras y residuos de la fabricación de alimentos en el hogar.

– Residuo inorgánico: todo desecho de origen no biológico, de origen industrial o de algún otro proceso no natural, por ejemplo: plástico, telas sintéticas, entre otros.

– Residuos peligrosos: todo desecho, ya sea de origen biológico o no, que constituye un peligro potencial y por lo cual debe ser tratado de forma especial, por ejemplo: material médico infeccioso, residuo radiactivo, ácidos y sustancias químicas corrosivas, etc.

Otra forma de clasificar la basura es según su origen:

Residuo domiciliario: basura proveniente de los hogares y/o comunidades.

Residuo industrial: es producto de la manufactura o proceso de transformación de la materia prima en las fábricas.

Residuo hospitalario: desechos que son catalogados por lo general como residuos muy peligrosos los cuales pueden ser orgánicos e inorgánicos.

Residuo comercial: provenientes de ferias, oficinas, tiendas, etc., y cuya composición es orgánica, tales como restos de frutas, verduras, cartones, papeles, etc.

Residuo urbano: correspondiente a las poblaciones, como desechos de parques y jardines, mobiliario urbano inservible, entre otros.

Basura espacial: se compone de cosas tan variadas como grandes restos de cohetes y satélites viejos, restos de explosiones, o restos de componentes de cohetes como polvo y pequeñas partículas de pintura que se encuentran en órbita terrestre. La mayoría de la basura espacial es el resultado de la destrucción en órbita de satélites y cohetes, estas destrucciones en algunos casos son intencionales.

Basura tecnológica: la chatarra electrónica, cada vez más abundante, es la que se produce al final de la vida útil de todo tipo de aparatos electrodomésticos, pero especialmente de la electrónica de consumo (televisores, ordenadores, teléfonos móviles), que son potencialmente muy peligrosos para el medio ambiente y para sus manipuladores si no se reciclan apropiadamente.











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